martes, noviembre 22, 2005

Diario de viaje

Este fin de semana, del 17 al 21 de Noviembre, me he ido a Madrid al SIMO. Esta excusa, también me ha permitido visitar Madrid por segunda vez en mi vida y primera por más de un día. Y también como no hacer mi primer vuelo en avión con uso de razón, y digo esto, pues el primer vuelo fue a Barcelona cuando yo tenía unos dos años así que mis recuerdos referentes a dicho viaje están algo mermados.

La salida...
Tras reservar con suficiente antelación el vuelo, el 17 amaneció despejado en A Coruña y perfecto para volar... no así en Madrid que tuvieron niebla y esto provocó la demora de la mayoría de los vuelos y la cancelación de alguno de ellos.
Tras pasar dos horas y media después de la hora prevista de salida, logré entrar en el avión casi de los primeros lo que provocó que me pudiera sentar en mi correspondiente lugar (11A, para los profanos a la mitad del avión y ventanilla). El problema fue cuando llegaron el resto de pasajeros y el que estaba sentado en el 11B tenía billete para el 11A. En cuanto a esto no hubo problema, pues ni siquiera quiso sentarse en la ventanilla. Más problemas hubo con el asiento 9A pues estaba asignado a tres personas diferentes, y como en todos los lugares hay gente exquisita reclamaba su lugar pues no le parecía normal si tenía el 9A tener que sentarse en el 20A (no es normal, pero tampoco es para tanto).

El vuelo...
Al final, y trás estar todo resuelto tomamos rumbo a la pista de despegue (unos pocos segundos nos llevó) y en ese momeno comenzó el viaje... aceleración inicial y espalda a tras... comienza la elevació y estómago abajo... primer bache (RAE: 3. m. Desigualdad de la densidad atmosférica que produce un súbito descenso de una aeronave.)... curva y vista de toda la ría... nivelación del avión y otro bache... más vistas de la ciudad (en la foto la Ría del Burgo)... seguimos con el ascenso y pasamos a través de una nube... continuamos y nos ponemos encima de las nubes; cielo despejado... podemos quitarnos los cinturones y nos ofrecen como compensación de la demora sufrida un refrigerio a base de refresco o zumo y bolsita de frutos secos.

El descenso...
Después de poco más de 40 minutos de vuelo nos avisan que tenemos que ponernos los cinturones que va a empezar la maniobra de descenso. A medida que nos acercamos a Madrid había más nubes, la Sierra de Guadarrama aparecía nevada y sobre Madrid había niebla y bastantes Nubes. El descenso también fue bonito, decelaración del avión hasta darme la sensación de haber parado, vuelta a acelerar, aproximación y comenzamos a descencer, estómago arriba, cruzamos las nubes, y aparece el aeropuerto. Una vez que tomamos tierra el avión nos llevó hasta la terminal que nos correspondía, esta vez nos llevó más de unos pocos segundos yo diría que casi 10 minutos. Nunca había visto tantos aviones juntos, AirEuropa, PTA, Iberia, SpainAir, FedEx, UPS, ... todas las marcas, todos los modelos, todos los colores, todos los tamaños estaban allí reunidos. El aeropuerto de Madrid se me hizo interminable no quiero pensar como será el de Londres o el de Nueva York (prefiero poderlos ver algún día).

Camino de casa de Sonia...
Una vez llegado al aeropuerto, me dirigí a la estación de metro del aeropuerto previa compra de un bono de 10 viajes de metro y la adquisición gratuita de un plano del metro, momento en el cual la cinta de la maleta, que me permitía llevarla al hombro, se rompió alcanzándome uno de los extremos en un ojo sin mayores consecuencias que un poco de dolor en público.
Mi primer viaje en metro se produjo el año pasado estando yo de vacaciones en Barcelona, y allí me quedé maravillado con la facilidad y comodidad de uso de este servicio. A mayores cada estación de metro es un decorado diferente, algunas son sencillas, otras son viejas y recuerdan a la estación de metro de Londres cuando la película Un hombre lobo americano en Londres y otras están decoradas según el nombre de la estación; así por ejemplo, la estación Goya está llena de grabados taurinos de Goya; y la estación Campo de las Naciones, tiene un mural con todas las banderas de las naciones del mundo, así como retratos y citas de diversos autores; para muestra, la foto.
El metro es un lugar donde estar cerca de todo tipo de personas, y donde aquellos más necesitados van a pedir haciendo lo que mejor saben, en la mayoría de los casos acompañamiento musical. Tanto en los vagones como en las estaciones podemos encontrar todo tipo de musicos y cantantes, algunos tocando un instrumento y llevando acompañamiento grabado, otros sólo su instrumento... es todo un espectáculo.

La estancia...
Una vez llegado a destino, me encontré con Sonia quien me estaba esperando en casa, pues estaba enfermita. El reencuentro una semana después fue muy bonito. A lo largo de mi estancia, se fue mejorando hasta lograr sonreir en alguna ocasión...hablamos de muchas cosas, me enseñó parte de Madrid. Yo, mientras ella trabajaba también me dediqué a recorrer las calles de Madrid. Pero claro, cuando uno no sabe que visitar, pues no lleva un esquema previo y la verdad hay tantas cosas que ver, termina recorriendo las mismas zonas.
En un arrebato de locura decidí no fotografiar monumentos, por dos motivos principalmente; primero, no pararía de fotografiar edificios, estatuas, monumentos, detalles ornamentales, parques, ... como buen turista por Madrid; y segundo, pues el tiempo aunque no llovía no daba una luz bonita con lo que las fotos no iban a lucir todo lo que tenían que lucir. Así que, por una vez en la vida, saqué pocas fotos y solamente a carteles o situaciones curiosas. Lo que me llevó a fotografiar el cartel de un Bar Andalú en plena Plaza Mayor, el estreno de una obra de Teatro, en el Teatro Cine Real; y lo que parece una ilusión óptica, el Asador Real convertido en un famoso restaurante de comida basura; entre otras pocas fotos más. Pero éstas sirven perfectamente de muestra de la poca capacidad creativa que sufrí ese fin de semana en concreto.
En la noche del viernes, llamé a Álvaro, a quien conociera un fin de semana estando en Portugal pues fue uno de los becarios del año 2004 en la empresa en la que yo estuve en el 2005. Estuvimos tomando algo en casa de Sonia y luego fuimos hasta La Notte (creo recordar que así se llamaba) en Moncloa. Después nos tocó la caminata nocturna desde Moncloa hasta Tirso de Molina.
La tarde-noche del sábado decidimos pasear por la zona, mientras era el partido Real Madrid - Barcelona, pues a ver en que bar, en pleno centro de Madrid, se mete alguién del Barça como yo. Mientras paseábamos escuchamos que desde los bares se cantaba gol para regocijo de Sonia y pena mía. En una noche triste de sábado como estaba siendo esa noche, Sonia ponía la nota de color como demuestra la fotografía tomada en los Jardines del Moro teniendo de fondo la fachada Oeste del Palacio Real. De vuelta a la civilización, dejando atrás los jardines y monumentos, me quedé extrañado al ver las caras de la gente que iba con las camisetas del Madrid, y más extrañado me quedé cuando ví que las caras no mejoraban al escucharse otra vez la palabra mágica ¡gol!; como todo esto me parecía muy raro decidir poner fin a mis dudas y ver el marcardor del partido, 0-3 a favor del Barcelona. Al ver este resultado, puse mayor atención al interior de los bares y comprobé como había gran cantidad de camisetas blau-granas con lo que pasé de la tristeza a la alegría tan rápido como Sonia de la alegría a la tristeza.
Después de todas las emocionas vividas, fuimos a tomar una ración de bravas al mesón Tirso de Molina y luego fuimos a la sesión de madrugada del Yelmo Cineplex Ideal, a ver Match Point la última película de Woody Allen en versión original subtitulada al español, una forma de ver el cine, a la cual me acostumbré en Portugal, que ya echaba de menos.

El simo...
Ya para ir finalizando comentar que el SIMO me decepcionó un poco. Yo me esperaba algo más tecnológico que mostrara más lineas futuras, por así decirlo; y no una feria tipo Expo-electrónica de El Corte Inglés. Cierto es que había novedades muy recientes y otras algo menos recientes, pero en el fondo es una forma de darse a conocer aquellas empresas relacionados con la infórmatica que no tienen medios para grandes campañas publicitarias. Lo que si llama la atención es tanto el despliegue de medios y las dimensiones de la feria; como los mecanismos usados para promocionar un software o dispositivo cualquiera. Por ejemplo, coches valorados en más de 50.000 euros cada uno, performance femeninas bailando con el cuerpo desnudo totalmente pintado o grupos de música, eran algunas de las técnicas utilizadas.

La vuelta a casa...
El viaje de regreso no fue tan bonito como el viaje de ida, pues las nubes que estaban por debajo del avión taparon la mayor parte del tiempo las vistas existentes, así como que mi ventanilla estaba hasta la mitad ocupada por uno de los reactores con el consiguiente ruido a la hora de despegar y aterrizar. Ciertamente, el viaje de regreso en ningún momento me llegó a marear ni lo más mínimo como si hizo por unos breves instantes el viaje de ida; realmente me pareció un vuelo más tranquilo.